No es una novedad para nadie que nos encontramos inmersos en la “era de la información” y que ésta, ha estimulado una nueva sociedad caracterizada por la globalización económica y cultural y también por el uso de las nuevas tecnologías. Estos procesos de cambio se están produciendo también en la formación, donde se han implantado nuevas formas de comunicación (sincrónicas y asincrónicas), nuevos recursos didácticos y procesos de enseñar a aprender innovadores.

 
 

Pero ¿solo necesitamos reprogramar la acción y rediseñar los contenidos?

No. Llevar a cabo un proceso de enseñanza aprendizaje on-line requiere de un software que integre los contenidos, permita el desarrollo del curso por parte del alumno, la tutorización y seguimiento de éste por parte del tutor/a. Debemos contar con un sistema de comunicación que permita la comunicación multidireccional entre todos los roles: docente, alumnos, coordinadores, etc.

Es necesario contar con un entorno flexible, intuitivo y amigable que permita adaptarse a las necesidades de alumnos/as y profesores: un LMS (Learning Management System). Este entorno o sistema de aprendizaje debe ser diseñado con el objetivo de facilitar el proceso de enseñar a aprender por medio de la interacción del alumno con los materiales didácticos y también con el resto de los compañeros y su tutor.

Hoy más que nunca, todos los recursos que tenemos disponibles deben servir para promover un modelo de formación en línea efectivo, proactivo, resolutivo y que permita situar a la formación a la vanguardia mediante el aprovechamiento de las TIC.